Los fármacos psicoactivos son los medicamentos más consumidos por los españoles. Lo demuestran los datos de 2006, según los cuales el 17,4% de la población toma algún tipo de tranquilizante o relajante, y lo demuestran también los resultados de un estudio que acaba de publicar GACETA SANITARIA y en el que se han detectado concentraciones de sustancias psicoactivas en las cuencas de Galicia, sobre todo pertenecientes al grupo de los ansiolíticos, con una presencia destacada del lorazepam. Arrojados directamente al desagüe o indirectamente por una metabolización incompleta a través de la orina o heces, la presencia de estos fármacos en el agua se convierte en otro riesgo para el medio ambiente.
l trabajo, realizado por el Grupo de Investigación en Salud Pública y Ecotoxicologia, ha analizado entre 2008 y 2009 cinco estaciones depuradoras de A Coruña, Ourense, Pontevedra, Santiago de Compostela y Vigo. También ha analizado muestras del grifo en espacios públicos y privados de sendas ciudades gallegas. En las muestras de aguas residuales de las cinco plantas de tratamiento se han detectado 12 de los 14 fármacos psicoactivos analizados, que pertenecen a los grupos terapéuticos más frecuentemente prescritos: antidepresivos, ansiolíticos y antiepilépticos.
El lorazepam es el compuesto con las mayores concentraciones detectadas en las cuencas gallegas, tanto en las muestras de río como del grifo, seguido del antidepresivo venlafaxina. El primero, con propiedades ansiolíticas y sedantes, entre otras, se ha descubierto en el 87% de las muestras de agua recogidas previamente al tratamiento en la planta depuradora, con una concentración media de 11 microgramos por litro. Su presencia disminuye en el agua saliente, pero aún así se detecta en el 67% de las muestras, con una concentración de 0,7 microgramos por litro. La existencia de lorazepam en el agua del grifo se reduce al 3% de las muestras, pero con una elevada media de 0,6 microgramos por litro, lo que indica que probablemente el fármaco no es eliminado por los tratamientos de potabilización.
Los resultados también han constatado que en muchos casos la presencia en el agua de fármacos psicoactivos aumenta tras su paso por la depuradora. Esto se debe a que los procesos químicos que tienen lugar en la planta de tratamiento provocan una reversión de ciertos metabolitos a sus componentes de origen. La detección de medicamentos psicoactivos en las cuencas de Galicia también podría explicarse por su uso extendido en los tratamientos veterinarios y en la ganadería, un sector importante de la economía gallega.