Jueves 21 de Marzo se presentará la imagen más detallada de la historia de la radiación cósmica de fondo – los vestigios del Big Bang – realizada gracias al telescopio espacial Planck de la ESA.
Planck fue lanzado el 14 de mayo de 2009 y completó su primera imagen a cielo completo de la radiación cósmica de fondo, reproducida en este artículo, en julio de 2010.
El disco principal de nuestra galaxia, la Vía Láctea, cruza el centro de la imagen. A partir de él se extienden filamentos de polvo en ambas direcciones, delineando una red de estrellas en formación.
Por detrás de la Vía Láctea se puede ver un fondo moteado; se trata de la radiación cósmica de microondas (CMB, por sus siglas en inglés), la luz más antigua de nuestro Universo de 13.700 millones de años. Este telón de fondo cubre todo el cosmos, y es el responsable de una pequeña parte de la ‘nieve’ que aparece en las pantallas de los televisores analógicos al sintonizar un canal en blanco.
La radiación cósmica de fondo se quedó congelada en el firmamento cuando el Universo apenas tenía 380.000 años. A medida que el Universo se continúa expandiendo, la señal CMB se fue desplazando hacia las longitudes de onda de las microondas, el equivalente a una temperatura de apenas 2.7 grados por encima del cero absoluto.
Los patrones moteados representan pequeñas variaciones de temperatura, que se corresponden con regiones que, en los primeros instantes de la historia del Universo, presentaban una densidad ligeramente diferente. Estas regiones fueron las semillas de todas las estructuras que vemos hoy en día: las galaxias y las estrellas actuales.
Gracias a esta nueva imagen, los científicos podrán estudiar la composición y el desarrollo del Universo desde su nacimiento hasta la actualidad, e incluso predecir cómo evolucionará a partir de aquí.
La primera misión espacial en estudiar la señal CMB fue la misión COBE de la NASA, lanzada en 1989. Su sucesora, la sonda WMAP de la NASA, fue lanzada en 2001 para estudiar en detalle las fluctuaciones en la CMB. Los mapas a cielo completo de estas dos misiones se muestran en blanco y negro en la animación que resume la historia del estudio de los vestigios del Big Bang.
La misión Planck de la ESA ha sido capaz de ‘sintonizar’ la señal CMB con una precisión sin precedentes, eliminando todas las interferencias y fuentes superpuestas para mostrarnos la radiación cósmica de fondo con un asombroso nivel de detalle.