El Sol ha lanzado la llamarada más potente de los últimos cuatro años. Se forman por la reconexión de campos magnéticos retorcidos en las masas solares. Simultáneamente se ha producido otro fenómeno más agresivo: una inyección de masa coronal. Un chorro de millones de toneladas de gas ionizado ha partido amenazante hacia nuestro planeta. A pesar de su potencia, no ha causado ningún daño ni desperfecto considerable. Más bien todo lo contrario: nos ha permitido observar hermosas auroras boreales.
Esta web utiliza cookies para que podamos ofrecerte la mejor experiencia de usuario posible. La información de las cookies se almacena en tu navegador y realiza funciones tales como reconocerte cuando vuelves a nuestra web o ayudar a nuestro equipo a comprender qué secciones de la web encuentras más interesantes y útiles.