Los cocodrilos del Nilo alcanzan los tres metros de longitud y tienen unas mandíbulas poderosísimas. Científicos del Instituto de Evolución de África están estudiando las mordidas de estas bestias para compararlas con las halladas en restos fósiles.
Tras unos barrotes de acero camuflados como bambú, los trabajadores del parque ofrecen trozos de carne a los hambrientos cocodrilos del Nilo. Una pierna de cordero es un bocado delicioso, pero los animales van a tener que luchar por ella, atada a una cuerda.
El gesto de morder con saña la carne y arrancarla de la cuerda es peligroso, pero también es perfecto para desvelar los secretos de nuestros antepasados, de los homo habilis que habitaron hace más de dos millones de años.