“Apostando por la profesionalidad”. Francisco es sevillano y acudió al doctor David Gallego tras enfrentarse a una situación de indefensión, estaba sin dientes y sin implantes, no podía comer y su vida, según él mismo relata, “era de continuo sufrimiento”.
Cuando llegó a la clínica del Dr. Gallego, “estaba en una situación delicada, venía de unos fracasos”, “ni los dientes naturales han conseguido sobrevivir”. Hasta que un profesional le devolvió la salud
“su estética, su capacidad para relacionarse, la seguridad y la satisfacción” de estar bien.