El ADN de la placa dental muestra que un individuo de El Sidrón (Asturias) afectado por un absceso y un trastorno intestinal ingirió un analgésico natural con ácido salicílico, el componente activo de la aspirina.
Fuente: UNIVERSITAT AUTÒNOMA DE BARCELONA
Un estudio internacional liderado por las universidades de Adelaida y de Liverpool, con participación de la investigadora ICREA en la UAB Karen Hardy, revela la complejidad del comportamiento de los neandertales, incluidas diferencias en la alimentación entre los grupos y conocimiento de plantas para tratar sus dolencias.
La investigación, publicada en Nature, aporta las primeras evidencias genéticas sobre estos hábitos, a partir del análisis del ADN antiguo conservado en la placa dental -la más antigua analizada hasta la fecha- de cuatro individuos de los yacimientos europeos de Spy (Bélgica) y El Sidrón (España), de 42.000 y 50.000 años de antigüedad, respectivamente.
“La placa dental conserva los microorganismos que vivieron en la boca, patógenos del tracto respiratorio y gastrointestinal y partículas de comida en los dientes, preservando el ADN durante miles de años”, explica Laura Weyrich, investigadora de la universidad australiana, que ha liderado la investigación. “El análisis genético de este ADN representa una ventana única a la forma de vida neandertal, revelando nuevos detalles sobre lo que comieron, cómo era su salud y cómo impactó el entorno en su comportamiento”.
Los análisis han relevado claras diferencias en la alimentación entre los dos grupos de neandertales, derivadas del entorno ecológico en que vivían. La dieta de los individuos belgas era básicamente de carne, con la ingesta de animales como rinocerontes lanudos y muflones, característicos de un entorno más estepario, que complementaban con setas. La de los de El Sidrón era vegetariana. Los investigadores no han hallado evidencias de consumo de carne y sí muestras de piñones, musgo y setas, propios de un entorno más boscoso.
Uno de los hallazgos importantes del estudio se ha realizado en un individuo de El Sidrón afectado por un absceso dental. Además de identificar una bacteria intestinal que le produciría una diarrea aguda y un malestar crónico, los investigadores han hallado en este único neandertal evidencias de consumo de álamo, que contiene el analgésico natural con ácido salicílico (el ingrediente activo de la aspirina), y también han detectado un hongo con propiedades antibióticas (Penicillium).
Estos resultados reafirman los del estudio publicado en 2012 y liderado por Karen Hardy. La investigadora demostró por primera vez el uso de plantas medicinales en nuestros antepasados prehistóricos, analizando químicamente muestras de placa dental del mismo individuo de El Sidrón, y también constató que su alimentación era básicamente vegetal.
“Haber identificado ahora las bacterias que le causaban el absceso dental y la dolencia estomacal corroboran los resultados que obtuvimos en nuestro estudio. No hay duda de que los neandertales se trataban estos trastornos, y también se demuestra una vez más que tenían una comprensión detallada de su entorno y eran capaces de utilizar las plantas de manera muy diversa”, destaca Hardy.
“Parece que los neandertales poseían un buen conocimiento de las plantas medicinales y de sus propiedades calmantes o antiinflamatorias, y que se automedicaban. El uso de antibióticos resultaría muy sorprendente, puesto que sería 40.000 años antes de que descubriéramos la penicilina. Definitivamente, nuestros hallazgos contrastan mucho con la visión simplista de la imaginación popular sobre nuestros parientes más próximos”, señala Alan Cooper, director del Centro de ADN antiguo de la universidad australiana.