El ictus es una amenaza real. Los datos de personas afectadas por ictus son ya de pandemia. En 2015, 1 de cada 8 pacientes que acudieron al hospital Ramón y Cajal con ictus tenía menos de 55 años. El 60% decían tener estrés. El 40% sufre ahora secuelas. El ictus puede afectar a cualquier persona.
